Tubos de recolección de sangre M&H Care MH8001

Características de los tubos de recolección

Los tubos de recolección de sangre pueden contener sustancias agregadas para ayudar a preservar el procesado en el laboratorio clínico. Utilizar un tubo equivocado puede provocar reacciones adversas en la muestra de sangre que no puedan ser usadas después para su procesamiento.

Las sustancias pueden ser anticoagulantes (EDTA, citrato de sodio, heparina) o un gel con densidades intermedias entre las células sanguíneas y el plasma sanguíneo. Además, algunos tubos poseen sustancias que preservan ciertos químicos o sustancias dentro de la sangre, como por ejemplo la glucosa. Cuando un tubo se centrifuga, las células sanguíneas se depositan en el fondo del tubo, y quedan cubiertas por una capa de gel, y el plasma sanguíneo queda en la capa superior. El gel facilita que el tubo se logre invertir para el transporte sin correr el riesgo de que las células se vuelvan a mezclar con el plasma. Cuando un tubo que no ha sido tratado con un agente coagulante se centrifuga, el líquido claro es plasma y contiene plaquetas.

El orden de extracción hace referencia a la secuencia en que cada tubo debe ser usado. La aguja que perfora los tubos deben llevar al siguiente tubo sus aditivos característicos, por eso la secuencia también está estandarizada y así se logra evitar que cualquier tipo de contaminación cruzada no afecte los resultados del laboratorio.

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